A la hora de buscar pareja siempre tenemos muchas dudas. Durante los pasos previos no tenemos claro si esa persona será justamente la más adecuada para compartir nuestra vida, o si realmente ese nuevo contacto será simplemente una nueva amistad, o si se convertirá en alguien más especial con el paso del tiempo. Esta sensación comienza a la hora de realizar ese primer contacto y cuando se establece la primera conversación online, pero también es habitual que pase sobre todo cuando llega la primera cita. Hablamos de un momento importante, puesto que cuando conocemos a alguien nuevo solamente tenemos una oportunidad de dar una buena impresión, por eso son muchas las personas que cuando inician una relación de pareja siempre tienen dudas respecto a qué se debe hablar en esa primera cita.
Consejos previos
Lo primero que debemos tener en cuenta durante la primera cita es que conocer a alguien nuevo no es algo sencillo. Esto no implica que tenga que salir todo mal, ni tampoco que debamos dar una imagen diferente a la que tendríamos en condiciones normales. Sí es cierto que conviene ofrecer nuestra mejor imagen a la hora de presentarnos ante este nuevo contacto y tener en cuenta que sacar un tema controversial puede generar el efecto contrario al deseado. Pero eso no implica que debamos variar de forma excesiva nuestro comportamiento en una cita.
Por otra parte, es relevante tener en cuenta que la persona con la que nos vamos a encontrar seguramente se encuentra en la misma circunstancia de nervios previos a conocer a alguien nuevo. Sí es cierto que probablemente ambos ya sepáis algo de la vida del otro, ya sea porque tengáis algún dato al respecto o porque durante las fases previas de la conversación y anteriores a esa cita os hayáis dado algo de información respecto a vuestros puntos de interés, de lo que os gusta hacer o de cualquier otra idea interesante con la que encauzar la conversación. Así que esta información previa siempre será muy útil a la hora de saber de qué hablar en la primera cita.
Temas para una primera cita
Una vez que nos hemos reunido con esta persona, nos hemos llevado la sorpresa de ver a nuestra cita en directo y que ya estamos cómodamente sentados en la mesa del lugar donde hayamos decidido encontrarnos, llega el momento de la conversación. Los nervios iniciales irán pasando y será el momento de sacar algún tema de interés. Al respecto, lo primero que debes saber es que no hay una manera única de gestionar este proceso.
Lo que sí te podemos recomendar es que no te obsesiones con ser original o sorprendente. Si forma parte de tu personalidad no hay problema, pero tampoco es imprescindible sacar alguna pregunta filosófica o especialmente sorprendente para que tu primera cita se lleve una buena impresión. De hecho, hacer esto sin haber pensado a donde puede llevar es un ejemplo de cómo hacer que la cita no vaya todo lo bien que debería.
Dicho esto y para que tengas alguna idea al respecto, te dejamos temas que suelen ser recurrentes a la hora de establecer una conversación fluida en una primera cita.
Trabajo y empleo
El trabajo es un tema de conversación habitual en nuestro día a día y conocer el dato de dónde trabaja la persona con la que estamos siempre es una buena forma de romper el hielo y empezar a conocer información interesante sobre nuestra pareja. Esa respuesta no solamente nos va a servir como para conocer un poco más a nuestro compañero o compañera, sino también para ir teniendo más información al respecto. Pensemos que muchos trabajos nos dan una información adicional sobre la personalidad de la persona e incluso sobre cuál es su interés en la vida, tal y como pasa con los que trabajan en tareas artísticas o de voluntariado.
Aficiones
Otra forma interesante de conocer mejor a esta persona a través de la conversación es lanzar alguna pregunta relativa a las aficiones. A algunas personas les gusta ir de viaje, a otras personas les gusta el cine o cualquier otro tipo de arte y otras personas son aficionadas al deporte. Sí, a través de estas aficiones podéis encontrar algún interés común entre ambos. Será mucho mejor para ir encauzando la conversación y también para iros conociendo.
Los favoritos
Relacionado con lo anterior, otra buena estrategia para conoceros más es preguntar por vuestros favoritos en diferentes ámbitos. Aquí no hay tanto un tema fijo, sino que la idea será ir viendo la respuesta a cuál es vuestro grupo de música favorito, vuestro actor favorito o incluso vuestro equipo de fútbol favorito, por ejemplo. Aquí cualquier información o dato de interés os va a dar también algunas pistas de cómo dirigir la conversación y también para profundizar un poco en vuestro conocimiento.
Preguntas diversas
Además de todo lo que hemos comentado, si vuestra cita sigue pendiente de un tema de conversación siempre hay ciertas preguntas que pueden ser útiles para encauzar la misma. Entre ellas tendríamos algunas como:
- ¿Cómo sería un buen día para ti?
- ¿A dónde te gustaría irte de viaje y por qué?
- ¿Qué harías con 1.000.000 de euros?
- ¿Cuál sería tu menú favorito?
- ¿Qué no perdonarías a un amigo?
En este caso hablamos de un tema de conversación abierto y cuya idea es daros juego a la hora de conoceros mejor. Estas preguntas abiertas no van buscando un dato concreto, sino que su objetivo es conseguir información útil para valorar mejor a la persona que tenemos delante. Al ser una pregunta abierta, siempre será más fácil obtener más información sobre nuestra cita y su manera de pensar. Y lo cierto es que, dado que algunas de estas preguntas pueden ser bastante extensas, te dará más tiempo de conversación y te permitirá conocer más a esa persona que tienes delante.
¿De qué no deberías hablar en la primera cita?
Seguramente ya tengas alguna buena idea sobre cómo plantear esa cita con esa persona especial y también más de una pregunta interesante para plantear. Pero para tener la información completa hay que saber gestionar esta cita. También conviene saber que hay más de un tema de conversación que puede ser peligroso si se nos ocurre lanzar alguna pregunta sobre algo comúnmente controversial. Obviamente, si esto ocurre, la mejor manera de resolverlo es siendo natural y simplemente pasando a otra cuestión. Aunque, si podemos evitar este tipo de temas, mejor.
Cuestiones religiosas
La religión es un elemento importante en la vida de muchas personas y a veces indagar en este tema no es la mejor idea. Si la cuestión surge en la conversación no hay problema en comentarlo, pero conviene tratarlo con delicadeza.
Cuestiones sexuales
Incluso aunque ya hayáis tenido alguna conversación común algo subida de tono a través de la red, el hecho de verse en persona marca las diferencias a la hora de gestionar una cita. Esto no quiere decir que no se toque el tema, pero sí es verdad que el interés en hablar sobre el tema debería ser común e ir surgiendo poco a poco, si procede. No es una buena idea soltarle a tu posible pareja una pregunta de índole sexual en frío, ya que esto puede provocar una reacción negativa.
Los monólogos
Cuando tenemos una cita la idea es conocer a la otra persona y valorar si puede convertirse en un buen amigo, incluso en nuestra pareja. Para ello no está de más ofrecer algún que otro dato interesante o información que pueda resultar atractiva a la otra persona sobre nosotros. Pero esto no implica que tengamos que acaparar esa conversación y dar un monólogo sobre dónde nos gusta ir de viaje o lo maravillosos que somos en la cocina. Así que es importante que esa conversación fluya y que cada pregunta tenga una respuesta adaptada en el tiempo a lo que verdaderamente deba ser. De no ser así, es muy probable que no paséis de esa primera cita.
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